Hace algún tiempo se produjeron algunos robos en varias casas de un barrio. Algunos testigos consiguieron ver al ladrón y todos coincidían en su descripción: alto, fuerte, con la cara muy morena, la nariz muy grande y una barba muy poblada. Un vecino que se acababa de mudar a este barrio respondía fielmente a esta descripción excepto por un detalle: este vecino no tenía barba. Como la policía sospechaba de él, registraron su casa y encontraron en el lavabo una navaja y espuma de afeitar recientemente usadas. La policía pensó que se trataba del ladrón ya que el resto de las carcaterísticas del sospechoso las cumplía: cara muy morena, alto y con la nariz muy grande. Este vecino fue detenido y acusado de los robos, pero en cuanto el detective Sherlock Holmes lo vió se dió cuenta de que no podía ser el culpable. ¿Porqué?
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